Las partes del colchón son elementos desconocidos para la mayoría de la población. De hecho, en el proceso de elección de un colchón, a menudo el público se centra únicamente en la firmeza o el tipo de material principal, tales como el viscoelástico o los muelles.
No obstante, un colchón es, en realidad, un sistema complejo compuesto por varias capas. En consecuencia, cada una de estas capas tiene una función específica para garantizar el confort, la durabilidad y la higiene.
Las principales capas de un colchón
Aunque la configuración puede variar, la mayoría de los colchones comparten una estructura fundamental:
Núcleo
El núcleo es el corazón del colchón y su componente más voluminoso.
Su función principal es proporcionar el soporte estructural, la firmeza y la resiliencia necesarias para mantener la columna vertebral alineada y distribuir el peso corporal de manera uniforme. Es el elemento que define la tipología básica del colchón (muelles, espuma, látex).
Muelles 
Muelles Bicónicos (Bonnel)
Se trata de muelles de acero con forma de reloj de arena, unidos entre sí por hilos que ofrecen un soporte firme y tradicional. Además, este diseño facilita una muy buena ventilación.
- Ventajas: En primer lugar, son económicos; segundo, ofrecen buena ventilación; y por último, resultan muy duraderos.
Muelles de Hilo Continuo (Multielástic, Normablock, etc.)
Por otro lado, encontramos un único hilo de acero que forma la estructura de muelles entrelazados. Como resultado, estos sistemas proporcionan una gran firmeza y uniformidad en el soporte.
- Ventajas: De esta manera, se consigue gran durabilidad, buena firmeza y alta estabilidad.
Muelles Ensacados (Pocket Springs)
Finalmente, con este sistema, cada muelle va encapsulado individualmente en un saco de tela. Gracias a esto, permiten una adaptabilidad punto por punto al cuerpo y una excelente independencia de lechos (es decir, el movimiento en un lado no afecta al otro).
- Ventajas: En conclusión, sus principales beneficios son: alta adaptabilidad, independencia de lechos y buena transpiración.
Espumas 
Espuma de Poliuretano (HR – Alta Resiliencia)
Se trata de espumas de célula abierta que ofrecen diferentes grados de firmeza y adaptabilidad según su densidad y composición. Por lo tanto, son la base estructural de muchos colchones modernos.
En resumen, sus beneficios incluyen buena adaptabilidad, son silenciosas, económicas y ligeras.
Viscoelástica (Memory Foam)
A diferencia de la anterior, la viscoelástica es una espuma de poliuretano tratada que reacciona tanto al calor corporal como al peso. Como resultado, se adapta lentamente a la forma del durmiente, disipando eficazmente los puntos de presión. Es importante destacar que no es un núcleo por sí sola, sino que se usa generalmente en combinación con espumas HR.
Ofrece gran adaptabilidad, un notable alivio de presión y una sensación envolvente.
Látex
Finalmente, el látex es un material elástico derivado del árbol del caucho (látex natural) o sintético. Su estructura de celdas abiertas proporciona una gran elasticidad, adaptabilidad y transpirabilidad.
De este modo, garantiza alta adaptabilidad, durabilidad, es hipoalergénico (en su versión natural) y cuenta con buena ventilación.
Planchas o capas intermedias
Estas capas se sitúan entre el núcleo y el tapizado exterior.
Su objetivo es modular la sensación de firmeza del núcleo, añadir un extra de confort, mejorar la adaptabilidad y, en algunos casos, contribuir a la transpirabilidad y la amortiguación de movimientos.
Pueden ser de diversos materiales como espumas de diferentes densidades, fibras, etc.
Tapa acolchada
Esta es la capa superior, la que está en contacto directo con el cuerpo.
Su función principal es proporcionar la primera sensación de confort, suavidad y acogida. También influye en la transpirabilidad, la higiene y la estética del colchón.
Materiales de relleno:
Fibras Termoligadas / Huecas Siliconadas
Son materiales muy comunes en el acolchado. Esto se debe a su volumen, ligereza y excelente capacidad de recuperación, lo que aporta una sensación mullida al tacto.
Viscoelástica
En este contexto, se utilizan pequeñas capas de viscoelástica integradas directamente en el acolchado. Así, se logra un efecto de «primera acogida» que se adapta inmediatamente al contorno del cuerpo.
Látex
De manera similar, el látex se monta en capas finas superficiales. Su propósito es añadir elasticidad y aprovechar sus propiedades hipoalergénicas.
Algodón
Pasando a las fibras naturales, el algodón es una fibra natural transpirable, suave y con buena capacidad de absorción de humedad. Por esta razón, es ideal para climas cálidos.
Lana
Finalmente, la lana es otra fibra natural con excelentes propiedades. Principalmente, destaca por su gran capacidad de regulación térmica, ya que mantiene el calor en invierno al tiempo que transpira en verano.
Tejidos:
Tejido Strech:
Elástico y suave, se adapta bien al cuerpo y al acolchado. Es el más común actualmente.
Tejido Damasco:
Más denso y resistente, con diseños elegantes y mayor durabilidad.
Tejido Jacquard:
Similares al Damasco, con patrones complejos y ricos.
Tejidos con tratamientos especiales:
Tejidos que incorporan tratamientos como Aloe Vera (suavidad, propiedades cutáneas), plata (antibacteriano), grafeno (termorregulador), Sanitized (antiácaros, antibacterias), etc.
Conclusión
Cada parte de un colchón desempeña un papel crucial en la experiencia de descanso.
La combinación inteligente de estos componentes y la elección de materiales de calidad son lo que diferencia un buen colchón de uno mediocre.
Al entender esta estructura, los consumidores pueden valorar mejor las características de cada modelo y elegir el que mejor se adapte a sus necesidades de soporte, confort y durabilidad.
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